[A Javier Páez Muro]
Este Amor, tan
fuerte y seguro... Seguro porque tiene muchas alas, tú tienes las tuyas, yo las
mías, pero volamos libres bajo el mismo cielo. A veces más lejos, a veces más
cerca, otras veces juntos, con el mismo rumbo. Fuerte porque este Amor no ha
sido atrapado por las redes de la ilusión. Amor sin distancia. Amor sin tiempo.
Encuentros, desencuentros y reencuentros nos han hecho trascender todo límite.
Volamos más allá de nuestras mentes, entonces los límites se disolvieron en la
tierra, mientras nuestras Almas se sonreían entre las estrellas. La Luna
resplandeció en nuestras miradas al unísono tantas noches durante tantos
años... Hasta que a principios de este otoño, en el despuntar de un alba
nuestras miradas se juntaron bajo la luz del Sol y sentimos, supimos, que nos
conocíamos desde siempre. Nos conocíamos. Nos reconocimos en ese abrazo donde
fundimos nuestras esencias en una, donde volvimos a ser Uno. Comprendimos una
tarde, mientras nos besábamos y nos hablábamos poéticamente al oído, que somos
una misma Alma que se ha dividido en dos cuerpos.
Este Amor, tan
fuerte y seguro... Seguro porque tiene muchas alas, tú tienes las tuyas, yo las
mías, pero volamos libres bajo el mismo cielo. A veces más lejos, a veces más
cerca, otras veces juntos, con el mismo rumbo. Fuerte porque este Amor no ha
sido atrapado por las redes de la ilusión. Amor sin distancia. Amor sin tiempo.
Encuentros, desencuentros y reencuentros nos han hecho trascender todo límite.
Volamos más allá de nuestras mentes, entonces los límites se disolvieron en la
tierra, mientras nuestras Almas se sonreían entre las estrellas. La Luna
resplandeció en nuestras miradas al unísono tantas noches durante tantos
años... Hasta que a principios de este otoño, en el despuntar de un alba
nuestras miradas se juntaron bajo la luz del Sol y sentimos, supimos, que nos
conocíamos desde siempre. Nos conocíamos. Nos reconocimos en ese abrazo donde
fundimos nuestras esencias en una, donde volvimos a ser Uno. Comprendimos una
tarde, mientras nos besábamos y nos hablábamos poéticamente al oído, que somos
una misma Alma que se ha dividido en dos cuerpos.
Natalia Peralta
1 comentario:
La Poesía vive en este gran Amor. Late. Existe en cada ir y venir de nuestros sentimientos, aunque ya no sepamos cuándo el sentimiento es de uno y cuándo del otro.
"Fuerte y seguro", claro que sí. En ningún momento ha caído en la ilusa realidad, siempre volamos alto, allá donde la limitada realidad no llega, allá bien cerquita de la Luna.
El abrazo, Amor mío, fue el abrazo donde el Amor creyó. El Amor del Universo se detuvo un destiempo para mirarnos en el abrazo. Luego de vernos un instante, sonrió completo Amor poético y exclamó: "Aquí... Aquí vive el verdadero Amor...!". O algo así oí decir una estrella a otra en el volar del firmamento.
La magia nos va a acompañar siempre, hermosa Nat. Cada día fue, es y será un día de Amor Incondicional entre nosotros que somos Uno.
Nat... Amor de mis Vidas.
Gracias...
Javier
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