21.12.20

Noche de poetas


La poesía como tópico,

la poesía como bebida,

como alimento,

tangible en la saliva,

en la voz, en las pupilas,

visible en lo invisible,

almas como humo

condensando el ambiente;

la poesía como cadena

que une, que arrastramos

los reos del universo,

ladrones de estrellas,

asesinos del lenguaje,

comprendidos

e incomprendidos

entre nosotros mismos,

como una comunidad

repleta de celdas, de estilos,

de géneros inventados,

pero una comunidad al fin;

la poesía como delito,

la poesía como cárcel,

la poesía como redención

la poesía como libertad.

 

Natalia Sol Peralta


18.12.20

Ahí arriba



Hay una vida ahí arriba

en la copa de los árboles,

una comunidad

de pájaros e insectos,

una red de ramas y frutos,

de savia, de hojas al viento.

 

Hay una vida ahí arriba

que linda con la brisa,

con los huracanes, las nubes,

que recibe la lluvia primero,

que está más cercana

a todas las constelaciones.

 



Acoge los soles de mañana,

despide a los atardeceres,

se funde con la oscura noche.

 

Hay una vida ahí arriba

y yo haciendo vida aquí abajo

pero sintiéndome más parte

de todo ese arriba.

 

Natalia Sol Peralta


2.12.20

El vendaval del alba


Así le llamo. Todas las madrugadas, entre las cinco y las seis de la mañana, sopla un ventarrón fuertísimo en San Juan. A veces mi insomnio me hace recién estar durmiéndome por esas horas, otras veces el sonido me despierta. Y entredormida sonrío. Cuando el viento bufa salvaje yo me lleno de calma. El viento balancea mi alma y la lleva a remotos lugares silvestres, a los hogares naturales de mi espíritu. Empiezan también a esa hora a cantar todas las aves con gran ímpetu. Una anuncia el despertar a viva voz (o a vivo pío) y se van sumando al canto el resto de los pájaros. Ese animoso trinar es la dulce orquestación de la aurora. Es la tierra que por este lado del orbe comienza la sinfonía de un nuevo día. Gustaría también comenzar mis jornadas a esa hora, con la primera luz del amanecer, pero es que también soy un ser nocturno y no es innato en mí el madrugar, entonces mi deleite sucede en esa línea de luz y sonido donde la noche y el día se saludan. Y yo escucho ese saludo y desde mi almohada les sonrío.

Natalia Sol Peralta