9.12.08

Hematomanoide

Pánico sobrenatural
en medio del más largo lapso
de serenidad.

Desesperante ansiedad,
los pensamientos son cortantes,
mas la sangre no se escapa.

Coagulada existencia,
se hinchan las venas del ser
que explotan de placer.

Y sin embargo todo
se recubre de piel,
prisión humana,
celda carnal,
búsqueda existencial.

Breve lapso de pánico
sobre un tramo de paz,
la sangre fluye igual,
y sobre la tierra, la faz
de mi inconsciencia.

Natalia Peralta

13.10.08

Sueño de una noche de invierno

La noche era oscura y corría un viento suave, similar a la caricia que siente ella en su rostro. Y ella mira hacia atrás, pero sólo ve oscuridad, ignora que detrás de esa oscuridad unos ojos la observan. Sin embargo, se trata de la mirada que tanto ansía. El dueño de dicha mirada teme que no lo reconozca, entonces desea provocarle sentimientos a través de una simple brisa. Y le provoca el más placentero de los escalofríos, tan cálido a la vez, que es por eso que ella lo reconoce. Entonces descubre su cuello, tentando al deseado acechador. La suave brisa se enfoca solo en su cuello, y cuando ella mira la sombra en la pared, sonríe y dice -Sabía que mi deseo iba a hacérmelo presente de alguna forma una de estas madrugadas, sólo deseo que su sombra me envuelva completa y me sumerja en un ensueño-. -Se lo concederé- Ella nota que la luz es derrotada, la sombra se agranda y con gusto la absorbe en un cálido abrazo mientras la recuesta. Luego ella siente unas cosquillas en sus labios, la sensación es tal que le provoca un profundo suspiro, dice -Gracias por visitarme hoy- y sonriendo se duerme.
Javier Páez Muro & Natalia Peralta
Dibujo: Javier Páez Muro

19.8.08

El círculo y el espiral

Antes era como un círculo,
no podía crecer fuera de lo que ya era,
fuera de mis convicciones
y mi primeriza esencia.

Ahora soy como un espiral,
puedo crecer sobre mi ser,
caminar sobre mis convicciones, y más allá,
abriéndome a lo desconocido,
extendiendo mi esencia infinitamente.


Corté en un pequeño punto
del círculo de mi mente
y comenzó a extenderse solo
un infinito espiral.

Natalia Peralta

12.8.08

Del círculo al espiral


Mi mente girando en círculos
tan imperfectos
que lograron la perfección.
El reflejo
de lo que no tenía que ser
estaba ahí
y su luz me partió
como un rayo la realidad.




Lo que no dejaba
ser
tuvo mi permiso,
sometimiento absoluto
a mi voluntad.
Un deseo consciente
de inconsciencia,
nada es sin mi permiso.
Mis manos abren la puerta.

Como un fruto vi crecer
el delirio,
como una flor vi abrirse
el deseo.
Delirio en el deseo.
Deseo de delirio.
Imposible negación,
innegables sensaciones placenteras.
Un círculo perfecto girando
hasta convertirse en un espiral.

Natalia Peralta

16.7.08

Hasta pronto...

Recorro este espacio y los escritos que en él he ido plasmando, y me encuentro constantemente con fragmentos del pasado. Sensaciones, sentimientos y pensamientos… algunos permanecen, otros se han ido borrando, unos han ido evolucionando, otros se han ido transformando.En el último tiempo he intentado innumerables veces actualizar este espacio, y llegué al punto en que sentí que nuevas palabras e imágenes solo podían mancharlo. Las nuevas formas no quieren encajar con las viejas. Solamente puedo pensar en el fin, o mejor dicho en el cierre del lapso de mi vida hasta aquí esparcido. Quienes por aquí deseen dar un paseo, recorrerán mi álbum de fotos interno, imágenes escritas de mi pensar y sentir. Verán fotografías de mi ser interno tomadas con palabras que me reflejan.

Agito mi pañuelo en el aire mientras le grito adiós al barco que transportará mis remebranzas. Pueden subirse a bordo quienes quieran…

Pronto llegarán a puerto nuevas palabras…

Natalia Peralta

10.2.08

Sirenia









Entre lágrimas de cielo
y huellas de arena
me sumerjo en un mar
de fondo infinito.
Dudas que corren
como olas mentales,
corazones que se ahogan
en lágrimas derramadas
y sonrisas malgastadas.
Cadáveres de gaviotas
devorados por cuervos
que acechan alertas
en espera de la muerte
de lo cotidiano.
Espuma psíquica
arrastra los caracoles
de la conciencia.
Larvas del inconsciente
se bañan en sueños,
se sumergen en recuerdos.

El miedo ha sido arrastrado,
el corazón aprende a nadar.

El anochecer neuronal
se aproxima lentamente,
crece la marea espiritual.
Visita de brisas heladas,
dulzura nocturna del océano.
Entono bajo el agua
entre difusos reflejos de luna
una melodía atonal,
y me sumerjo en la oscuridad
nadando en busca del fondo
de un mar infinito.

Natalia Peralta