2.10.07

Ruido



Encerrada en mi caja de cemento
veo pasar lentas las horas.
El mundo y la vida me sofocan,
se me confunden las voces,
las ajenas y las internas.
Necesito pensar en silencio,
¿podrían dejar de hacer ruido?
Trato de descansar
pero las luces perforan mis ojos,
¿podrían apagarlas?

Converso con mis miedos
y conozco su belleza.
Otra vez las voces, las luces,
hoy mis ojos están secos.
Se esconde el perdón,
todo huele a penitencia.
La condena de los sonidos,
nadie puede escaparles.
No existe el silencio,
el corazón no se detiene,
mis oídos van a estallar.

Natalia Peralta

4 comentarios:

Raúl Avila dijo...

...y nunca se detienen
las voces y los ruidos
y quisiera párpados
en mis oídos
apagarlos, encenderlos
nacerlos y morirlos
y poder de una vez
conversar conmigo

Un abrazo fraterno

Fernando Javier Paez Muro dijo...

Una vez más ha demostrado su talento en la escritura, mi querida Natszche.

Algo así me sentí la otra noche...
Gritos, luces, todo era irreconocible. Sólo quería apagarlos con un pensamiento.

Me fascinó lo que escribió.

Bye! Besos! Cuídese. Se la quiere mucho, señorita Natzsche.

-Javrich

María de los Angeles dijo...

Me ha encantado Natalia, ha sido un poema precioso.Me siento tan identificada contigo cuando te leo...
Un millón de besos..
Hasta pronto y gracias por pasarte por mi blog.

Nicolás dijo...

hola,
encontré tu firma en un foro donde estaba subida la letra del "romance de la esposa fiel", más conocida por sus 1ros versos, que dicen que estaba la catalina, en fin..
tenés algo que ver con jorge p de peralta?