Me gustan las ventanas, en su simbolismo y mirar a través de ellas. Te enmarcan un pedazo de mundo, te traen el reflejo de memorias de otros tiempos. La ventana de tu habitación de niño o adolescente; la ventana de la casa de una abuela o una tía y su pedazo de patio, de barrio o de cielo; la ventana de tu bar favorito, el que desde la quietud contemplativa te mostraba a la gente moviéndose afuera; y tantas ventanas que con sus paisajes urbanos o naturales se nos guardan como un álbum de fotografías en la memoria.
Hoy he vuelto a pasar los días mirando a través de una ventana por la que alguna vez miré con ojos de niña, de adolescente y de inicios de juventud. Contemplé desde ella con la mirada de una infancia que terminaba, con la mirada de la adolescente oscura y melancólica que fui, y luego con la mirada de la joven que descubrió el yoga y el budismo, viendo con otros ojos a través de esos cristales, con su percepción cambiada del mundo.
En algún momento sentí temor de que al volver a alojarme en mi vieja habitación después de tantos años se me viniera todo el pasado encima. Pero no. La habitación ya no es la misma. El paisaje ya no es igual. Y yo soy otra. Donde antes se contemplaba un paisaje gris ahora hay un árbol que creció inmenso pincelando de verde todo el panorama. Y yo también reverdecí.
Natalia Sol Peralta
Ph. Natalia Sol Peralta
Caballito, Buenos Aires.
26.12.19
20.11.19
Resonancia
No te calles, niña.
No te calles, mujer.
No silencies tus aullidos, loba.
Pisa el suelo descalza
aunque se lastimen tus pies,
siente la tierra bajo tus pasos
y avanza, sal de la espesura,
el claro que vislumbras a los lejos
te mostrará las estrellas
y hallarás tu norte.
Natalia Sol Peralta
15.10.19
Desidentificarme
Desidentificarme
de mis características humanas
para ser puramente
lo que soy.
Dejar de identificarme
con la longitud de mi cabello,
con las formas de mi cuerpo,
con el aspecto de mi piel,
con mis vestiduras,
con mis ataduras físicas.
Cuando me sorprenda
juzgándome a mí misma
voy a detenerme,
a respirar profundo,
a pedirme perdón
y a prometer amarme
tal cual soy,
tal cual envejezco,
tal cual cambian mis formas,
tal cual muta mi apariencia,
porque no soy este cuerpo
ni esta ropa,
soy esta poesía,
soy este aire que entra y sale
de mis pulmones,
soy lo que se proyecta
hacia dentro y fuera
de mis pupilas,
soy el todo y el vacío,
soy naturaleza,
soy espíritu,
soy.
Natalia Sol Peralta
3.10.19
Sal
Estatua de sal, poderosa imagen:
escultura de una mujer
que en cualquier momento
se desintegra
para cambiar de forma,
moldeable ante las manos sutiles
del azar del universo.
La silueta se desmorona
sin perder la solidez
de lo transitorio, de la materia
que muta a mejores figuras
sin dejar de ser
la esencia
ni la sal.
Natalia Sol Peralta
25.9.19
Furtiva
“Del claro bosque
bestias del silencio
salieron de sus nidos y guaridas,
y entonces ocurrió
que no por miedo ni por ardid
se estaban tan calladas,
sino por escuchar.”
(Rainer M. Rilke)
Una bestia me ruge adentro,
por fuera el silencio,
un claro del bosque al sol
expectante
prepara su escenario
para la noche.
¿Soy loba que aúlla?
¿Soy lechuza que chista?
¿Soy flor silvestre
en sempiterno silencio?
¿O soy lo innombrable,
lo inexpresable, tierra muda?
Ojos taciturnos
romperán en estallidos,
seré lluvia de cristales,
seré relámpagos y truenos
y el estrepitoso tañido
de lo nunca visto.
Natalia Sol Peralta
9.9.19
Abro silencio
Silencio,
abro silencio,
un silencio
donde irrumpa
otra voz,
mi
interioridad quiere oír
nuevas
voces, frescas,
lejanas que
se acercan,
ancestrales
que retornan,
imperceptibles
que se muestran.
¿Qué soy sin
la poesía?
¿Qué soy
sino poesía?
Lo sé, hay
más voces
que a través
de mí van a expresarse
como gorrión
que pía al alba,
como
vendaval golpeando puertas,
como agua
silbando,
como nubes
borrascosas
impactando
con sus truenos.
¿Qué hacer
sino expresarme?
¿Quién soy
si no me expreso?
Es mi ley
buscarme,
encontrar en
las palabras
el dialecto
silencioso
que es mi
lengua primitiva
y es mi
sangre.
Natalia
Sol Peralta
Ph. Natalia Sol Peralta
6.8.19
Junín
Junín, mi cuna, mi tierrita natal. El canal del río Salado pasa a pocas cuadras de la casa de mi abuela materna, del hogar donde transité mis primeros meses de vida. Tuve en ese tiempo todo el linaje femenino a mi cuidado; mamá, abuela y bisabuela se turnaban para mecerme en sus brazos. Será por eso que volver a Junín, sentir su humedad en mi piel, el olor a musgo y herrumbre en las calles, visitar a la abuela y caminar junto al río, se siente un poco como estar en el regazo de mamá otra vez. Junín me transmite una dulce nostalgia, es como caminar dentro de una fotografía amarillenta, es ver un viejo paisaje en sepia y sonreír con ojos vidriosos mientras el corazón se abre en recuerdos innumerables .
Natalia Sol Peralta
Ph. Natalia Sol Peralta
Junín, Provincia de Buenos Aires
14.6.19
Flor silvestre
Flor silvestre,
se cobija en la oscuridad de la hierba,
silenciosa sobre la tierra húmeda,
sepia como un recuerdo,
frágil como los hilos de la memoria,
con la fuerza de la Pacha
resbalando sobre sus finos pétalos,
entregada a la vida
toma oxígeno del presente
y, extraviada del sol,
respira la atmósfera salvaje.
Natalia Sol Peralta
Ph. Natalia Sol Peralta
27.5.19
La poesía
Mucha gente cree que la poesía sólo se trata de poemas de amor, pero la poesía en realidad es observarlo todo con amor: a la palabra, a la vida, a la muerte, al cosmos, a la naturaleza, a nuestros conflictos internos, al espíritu que nos subyuga. Escribir poesía es hacerle el amor con palabras a todo lo existente. Y a lo no existente también. Es besar la incertidumbre y vivir en matrimonio con nuestra interioridad. Una vez que la poesía te empieza a comer los huesos es irrefrenable, todo al paso se torna lírica, toda la vida no es más que una oda que prolifera en la espiritualidad más profunda de las entrañas.
Natalia Sol Peralta
Ph. Natalia Sol Peralta
9.5.19
Lo inexpresable
Quizás intento explicar lo inexplicable.
Quizás trato de expresar un proceso interno que de tan interno no se expresa.
El deseo de contar.
Y ese algo indecible que me mantiene en reserva, contemplativa, receptiva.
Un retiro de meditación en el asilo y recogimiento del monte.
Un antes y un después.
El después que perdura silente.
De pronto me habló el silencio y las palabras que sobraban en mi mente transmutaron a conciencia, los pensamientos contaminados de aversión y tristeza destiñeron sus oscuridades, todo lo lúgubre ardió para dar paso a la vida.
Me ensombrezco fácil, pero hay una luz más grande que yo que aún no veo a los ojos, pero que una y otra vez me enciende.
Natalia Sol Peralta
(Poema surgido luego de realizar mi primer retiro de meditación Vipassana)
21.3.19
Equinoccio de otoño
El otoño está aquí.
Mientras todo parece morir
en la naturaleza
algo en mí vuelve a la vida.
Es que me siento tan libre
cuando todo cae
y me empuja a soltar
los dolores y los miedos resecos.
El otoño es la esperanza
de todo lo que ha de renovarse.
Mientras tanto
me dejo caer con la brisa
en silencio.
Natalia Sol Peralta
14.3.19
Hibiscus
A veces una flor
tiene toda la poesía en sí misma
y no hay vocabulario válido
para describir colores ni aromas
ni texturas.
A veces la belleza
es tan sutil como una brisa
y lo único por hacer
es sentir.
Natalia Sol Peralta
Ph. Natalia Sol Peralta
7.3.19
BooksTrailer
Presentación de mis libros Luminiscencia y Lírica de Viaje en
un videíto realizado con mucho amor en la provincia de San Juan.
Luminiscencia
(2013) y Lírica de viaje (2017)
Autora:
Natalia Sol Peralta
Editorial:
Abdulah Libros
Video: Javier Páez Muro
PUNTOS
DE VENTA
En
la Ciudad de San Juan:
-
Corazón del Tiempo (Capital)
-
Pura Cepa (Capital)
- Libros Athropos (Capital)
En la Provincia de Córdoba:
- SMS Poética (San Marcos Sierras)
- La Livre Chavascate (Agua de Oro)
En
la Ciudad de Buenos Aires:
-
Librería Namasté (Caballito)
- La Libre (San Telmo)
Ambas hacen envíos a todo el país.
*También hago las entregas mano en mano.
Escribime a: peraltanataliasol@gmail.com
*También hago las entregas mano en mano.
Escribime a: peraltanataliasol@gmail.com
27.2.19
Navegante estelar
Hoy vuelvo a tomar el timón
siguiendo las coordenadas
de mi constelación acuariana.
Una oscura tormenta oceánica
de olas indomables
dio vuelta el navío de mi ser.
Trague agua hasta volverme mar.
Se me enredó el ancla en los tobillos.
Conversé con todas las criaturas
de los abismos marinos,
me llene de escamas
y me volví parte del paraíso acuático.
Pero tenía que volver.
La soga se disolvió en mis piernas,
pasó del tiempo,
pero quedaba aún aliento en mi alma
y comencé a emerger.
Me encontré con un barco a flote
repleto de gaviotas,
me recosté entre todas ellas
y me salieron alas.
Mi piel recubierta de sal
se trizó al sol, me agrieté
como una estatua de yeso
y cayeron todos mis pedazos.
Llegó una nueva noche,
otra fría y oscura noche del alma,
bajo un plenilunio a cielo abierto.
Lágrimas, mareas y suspiros.
Me sentí abrazada por alas y escamas,
y por algo más…
Cerré mis ojos, sentí que flotaba
entre el océano y el cielo.
Desperté sin saber muy bien lo que
era
pero toda reconvertida en lo que
debía ser.
Me moldearon un millar de manos
astrales.
Me revivió el llamado de una brisa
terrestre.
Tenía que volver.
Me aferré al timón con fuerza
y me encaminé hacia la costa.
Aún sigo navegando mi regreso.
Y veo la luz de un faro.
Natalia Sol Peralta
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