Luna Roja,
bendíceme
con tu sangre luminosa,
abrígame
con tu cálido saco solar
en
esta fría madrugada de otoño.
Te
veo esplendorosa,
rabiosa,
redondeada,
feminidad
celestial.
Si
fuera lobuno mi cuerpo
aullaría
hasta el amanecer,
correría
sin prisa por un bosque
a
ver duplicada tu belleza
en
el espejo de algún lago.
Fuente
de mis ciclos,
esta
noche luces espesa,
reina
de mis emociones
que
trasmutan en tus fases
¿Cómo
iba a dormir hoy
si
me llamaban tus labios rojos
oscureciendo
el firmamento,
enalteciendo
estrellas?
Vi
el reflejo de todas las mujeres
en
tu cara luminosa de carmín;
en
tu lado oscuro escondemos
mustios
secretos, todas nosotras.
Contemplé
tu paz,
sangrabas
luz,
te
regenerabas toda.
Fase
morada, llena, henchida,
mañana
serás blanca otra vez
y
cambiarás, eterna, tus formas.
Esta
noche te vi,
esta
noche me vi,
esta
noche nos vi.
Claro
espejo,
Luna
Roja.
Natalia Peralta
Fotografía: Nadia Szymanski
