
Extrañas sensaciones de una nueva vida,
de mi nuevo ser que no deja de renovarse a sí mismo.
Nueva morada, nuevas emociones, nuevo sentir.
Pasan los días y más me alejo del recuerdo de quien fui.
Ya no ser. Dejar de ser.
Hoy soy, mañana no lo sé.
Y sentir la angustia de la despedida
(porque hasta dejar de ser es una despedida)
mezclada con la alegría de la bienvenida al Ser
(porque hasta empezar a ser es una bienvenida).
El hoy oscila entre lo viejo y lo nuevo,
entre la costumbre y la aventura.
Los lados de la balanza suben y bajan.
Mas el centro del equilibrio está en mí.
Soy quien sostiene la balanza.
Soy.
Las emociones sólo bailan a mi alrededor.
Soy mi centro.
Natalia Peralta