de serenidad.
Desesperante ansiedad,
los pensamientos son cortantes,
mas la sangre no se escapa.
Coagulada existencia,
se hinchan las venas del ser
que explotan de placer.
Y sin embargo todo
se recubre de piel,
prisión humana,
celda carnal,
búsqueda existencial.
Breve lapso de pánico
sobre un tramo de paz,
la sangre fluye igual,
y sobre la tierra, la faz
de mi inconsciencia.
Natalia Peralta
